RUNNERS FOR ETHIOPIA: ATLETISMO, FISIOTERAPIA Y VOLUNTARIADO

11 Oct 2017

Belén Díaz-Jiménez es una fisioterapeuta madrileña afincada en Toledo desde hace seis años donde ejerce su profesión. Concretamente en la Clínica Cemtro de Toledo, en las especialidades de fisioterapia traumatológica y deportiva; terapia manual ortopédica; inducción miofascial; articulación temporomandibular; fisioterapia en obstetricia y ginecología, entre otros. Participante en la edición 2017 de Runners for Ethiopia, nos cuenta una experiencia de voluntariado tan gratificante que ¡repetirá!

La Runners for Ethiopia es el resultado de un viaje a Etiopía que lo cambió todo. El  motivo fue la filmación, en el año 2013, de un programa televisivo del popular Jesús Calleja de la mano de Endoethiopia, una empresa local especializada en viajes a medida. Jordi Reig, fisioterapeuta y triatleta, fue el encargado de entrenar al famoso aventurero. En ese primer viaje Jordi vio claramente las terribles deficiencias en material y tratamiento fisioterapéutico, por lo que le surgió la idea ayudar a estos atletas en próximos viajes.

      Un año más tarde, con  los mismos protagonistas, y la participación del preparador físico Raúl Campeny y la fisioterapeuta Ángeles Santos, se organiza un nuevo viaje para formar a fisioterapeutas deportivos etíopes y tratar de sus lesiones a diferentes corredores, así como hacerles entrega del material técnico que de una forma solidaria corredores españoles habían donado en diferentes campañas previamente organizadas.

     Su éxito y reconocimiento es el pistoletazo de salida definitivo de Runners for Ethiopia.

-       ¿Cuándo tuvo lugar la experiencia Runners for Ethiopia 2017?

-       Del 26 de junio al 10 de julio. La primera semana la estancia es en el propio hotel en Addis Abeba, donde también formábamos y tratábamos a los atletas etíopes, la segunda semana sólo fuimos unos cuantos que elegimos la experiencia en las tribus del sur.

-       ¿Cómo se enteró del proyecto? ¿Era la primera vez que participaba en un proyecto de voluntariado de estas características?

-       Sí, era la primera vez y todo fue a través de un compañero de mi promoción que ya era su tercer año de participación. Se lo dijo a una amiga y ésta me animó a mí, que hace falta poco para animarme. (Se ríe a carcajadas).

-       ¿Respondió la experiencia a sus expectativas?

-       Mi intención es volver el año que viene y animar a más gente que pruebe esta bonita experiencia que ha superado todas mis expectativas. Una inolvidable aventura por poder ejercer mi profesión en un país donde te necesitan y te admiran como profesional. Allí valoran mucho nuestro trabajo. Doy las gracias a Jordi Reig, que es el coordinador de fisios y a Runners for Ethiopia, que han hecho todo lo posible por facilitarnos la cooperación allí. Poder aplicar tratamientos de fisioterapia a atletas de élite que luego veremos en televisión en campeonatos del mundo y grandes competiciones, y que gracias a ti y a tus colegas fisioterapeutas pueden conseguir sus objetivos, es lo más gratificante que puedes sentir como profesional sanitario.

-       Cómo era el día a día?

-       Todo estaba programado. Todos los días había formación y tratamiento. Al ser tantos fisios estaba todo muy bien organizado y repartido. Los atletas iban llegando a la sala de tratamiento donde teníamos aproximadamente ocho camillas. Rellenaban una breve historia clínica, traducida en español, inglés y amarico su idioma nativo. Cada atleta debía pasar por diferentes sectores: médico deportivo, profesionales de la actividad física y del deporte y fisioterapeuta. En nuestro caso, nos llegaba el paciente con la historia clínica y al igual que aquí en España, valoramos y decidimos el tratamiento a seguir. Son pacientes con patologías crónicas ya que muchos de ellos nunca se han tratado por no tener recursos suficientes. Gracias al crowfunding que se llevó a cabo a través de `Runnersforethiopia´, se pudo comprar un ecógrafo valorado en 3.000€, además de material de fisioterapia y electroterapia; 8 camillas y fungible valorado también en otros 3.000€.

-       Además del trabajo terapéutico, el proyecto también contempla una parte formativa…

-       Realicé tanto tratamientos como formación. En mi caso fue de punción seca junto con dos compañeros con gran experiencia en la materia. Como fisioterapeuta, profesión que tanto me aporta día a día, ha sido una de las mayores experiencias. Lo mejor, sin duda, la gente que me llevo, he aprendido muchísimo con ellos y de ellos y me han aportado mucho, personal y profesionalmente. Ha sido un feedback continuo con todos mis compañeros.

-       ¿Cómo es la vida de esas posibles “futuras estrellas” del atletismo?

-       Visitamos varios centros de entrenamiento etíopes donde entrenan las promesas del atletismo mundial. Sorprende la baja calidad de las instalaciones y la ausencia de material deportivo y, por supuesto, la no existencia de servicios médicos. Hay un gran trabajo por hacer allí, no tienen nada, y a pesar de ello, son una de las grandes potencias mundiales. Si exceptuamos la pista del estadio de la capital Addis Abeba, donde entrenan las grandes estrellas de la selección etíope, el resto de instalaciones dejan mucho que desear, si bien es cierto que se están construyendo dos grandes estadios. Hay que ver cómo evoluciona todo y qué acceso podrán tener los futuros atletas a esas instalaciones y si hay una mejora de los servicios médicos que tanta falta hacen.

-       Sorprende que en un país tan pobre se de tanta importancia a un deporte…

-       El atletismo en Etiopía es una religión. Desde mi punto de vista, es la única “vía de escape” que puede haber en un país tan pobre para conseguir una vida mejor. Conocimos a muchísimos atletas que serían estrellas en casi cualquier país del mundo y sin embargo allí, debido al gran nivel que existe, son uno más. Por supuesto el referente para cualquier atleta etíope es Haile Gebrselassie. Como atleta, llevó a Etiopía a lo más alto, y ahora desde la Federación de Atletismo está intentando hacer una grandísima labor en su país. Tuvimos el honor de poder conocerle y es una gran persona. Nos recibió a todos los colaboradores españoles con una gran amabilidad y agradecimiento. Pero eso sí, aún queda mucho camino por recorrer… Sin duda la vida en Etiopía es caótica, pero yo destacaría dos cosas de los etíopes como señas de identidad: la sonrisa y el atletismo. Es un país que no tiene medios de ningún tipo y en el que creo que se puede ayudar muchísimo a todos los niveles. Poco a poco, con proyectos como Runners for Ethiopia, se pueden mejorar las cosas.