La fisioterapia resulta una herramienta esencial en la prevención del linfedema

06 Mar 2017

En el Día Internacional del Linfedema COFICAM recuerda que la Fisioterapia es clave para la prevención y/o retraso de la aparición del mismo y su tratamiento; la efectividad del tratamiento se basa en cuatro medidas fisioterápicas en las que por un lado la descompresión, y por otro la fase de mantenimiento se convierten en aspectos cruciales para los pacientes

Hoy 6 de marzo se celebra el Día Internacional del Linfedema, una inflamación que aparece generalmente en los brazos o las piernas debido a un bloqueo en el sistema linfático  y que afecta a 900.000 personas en España. La aparición del Linfedema surge cuando el Sistema Linfático es afectado o dañado por operaciones, traumas, accidentes, tratamientos para el cáncer, diferentes condiciones y hasta razones congénitas (nacimiento). Aunque principalmente se da en brazos y piernas, puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo. Se manifiesta como una hinchazón permanente y progresiva, la cual comprende varias etapas, siendo la más avanzada conocida como Elefantiasis. El paciente, además de la hinchazón, notará dureza, adormecimiento, debilidad, cambios en la textura y apariencia de la piel, infecciones, en algunos casos dolor y hasta dificultad para mover la extremidad. En el caso en el que el paciente nace con la condición se le conoce como: Linfedema Primario; y en el caso posterior cuando aparece por algún trauma o cirugía es Linfedema Secundario. No hay tiempo determinado para que la condición se desarrolle o el paciente la note, esto se da tanto en el primario como en el secundario. Hasta hace unos años, el linfedema no estaba identificado y los pacientes podían estar toda la vida sufriendo el engrosamiento de sus extremidades sin recibir ayuda. En ocasiones la falta de diagnóstico hacía que la enfermedad degenerara en lo que se llamaba elefantiasis.

Afortunadamente hoy en día cada vez los diagnósticos son más precoces y certeros, y es, precisamente, la Fisioterapia una de las disciplinas que más puede ayudar en la prevención y/o retraso de su aparición y en su tratamiento. También en la fase aguda el tratamiento fisioterápico es un gran aliado para disminuir el dolor e inflamación.

Tratamiento del Linfedema con Fisioterapia

La efectividad del tratamiento del linfedema se basa en cuatro medidas fisioterápicas que se realizan en dos fases:

 

FASE I O DE DESCOMPRESIÓN. Cuidados higiénicos de la piel: El cuidado de la piel juega un papel primordial en el tratamiento del linfedema, ya que por el aumento de volumen del brazo ésta se estira y se vuelve más delicada. Drenaje linfático manual: Debe ser realizado por un fisioterapeuta con formación en este campo y experiencia en el tratamiento. El objetivo del drenaje es la reabsorción del linfedema y la activación de la circulación linfática superficial. Vendaje compresivo: Es un paso esencial en el tratamiento del linfedema y se coloca inmediatamente después del drenaje linfático manual. El vendaje no debe causar ninguna molestia en el brazo y es fundamental que quede firme, incluso después de una actividad física. Los objetivos del vendaje son incrementar la absorción de linfa de los tejidos, disminuir el flujo del sistema venoso y aumentar su retorno.

Durante esta fase, el fisioterapeuta enseñará cómo debe colocarse la venda, ya que tendrá que hacerlo en la fase II del tratamiento. Contraindicaciones del drenaje y del vendaje:

• Infecciones tanto generalizadas (gripe, bronquitis…) como locales (linfangitis)

• Trombosis o tromboflebitis en el brazo afectado.

• Lesiones en la piel como puede ser un eczema o dermatitis.

• Afectación ganglionar por neoplasia.

 

FASE II O DE MANTENIMIENTO. Medias de compresión: En esta fase la compresión del brazo se consigue empleando una media de contención, adaptada al tamaño del brazo. Esta media se debe llevar puesta siempre durante el día. Ejercicios: Se deben realizar los ejercicios de esta fase con la media de compresión puesta para conseguir mayores beneficios. Cuidados higiénicos de la piel: Una vez instaurado el linfedema debes extremar aún más los cuidados de la piel para evitar las complicaciones infecciosas.

* Este artículo ha sido elaborado por la Fisioterapeuta Yolanda Romero, Colegiada Nº 266