Este sábado se celebra el Día Mundial del Ictus

27 Oct 2011

El Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España ha recordado la importancia de que formemos parte de las Unidades del Ictus.

El vocal del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España (Cgcfe), Brandi de la Torre, con motivo del Día Mundial del Ictus, que se celebra el próximo sábado, ha calificado de "urgente" crear, en cada área sanitaria, "Unidades de Ictus" que integren funcionalmente al fisioterapeuta como uno de los profesionales relevantes del equipo multidisciplinar.

El ictus, también llamado enfermedad cerebrovascular o trombosis cerebral, es un trastorno brusco del riego sanguíneo del cerebro que puede ocasionar un infarto o una hemorragia cerebral. Es la segunda causa principal de muerte para las personas mayores de 60 años, y la quinta en personas de entre 15 y 59 años. Cada año, casi seis millones de personas mueren a causa de un derrame cerebral, que daña el cerebro, puede afectar el funcionamiento de todo el cuerpo y puede causar discapacidad física y mental.

A pesar de los avances médicos, se calcula que su impacto aumentará en los próximos años, dado los estilos de vida poco saludables existentes en la actualidad. Factores como la presión arterial alta, la inactividad física, el tabaquismo y el uso excesivo de alcohol han convertido los accidentes cerebrovasculares en una epidemia en todo el mundo.

Según ha destacado el vocal del Consejo, es importante saber que un ataque cerebral es tan serio como un ataque cardíaco, por lo que "cada minuto cuenta", de modo que mientras más tiempo pasa sin que el cerebro reciba flujo de sangre, mayor es el daño que un ataque cerebral puede causar.

Brandi de la Torre ha subrayado que el objetivo del Día Mundial del Ictus es comunicar "un mensaje unificado a todo el mundo: El ictus es una catástrofe prevenible y tratable, y juntos podemos luchar contra esta epidemia creciente".

Resulta de gran utilidad, según ha destacado, saber cómo se inicia un ictus y cuáles son los síntomas de alarma, tales como la pérdida de fuerza de la cara, brazo y/o pierna de un lado del cuerpo, trastornos de la sensibilidad, sensación de "acorchamiento u hormigueo", pérdida súbita de visión, alteración repentina del habla, dolor de cabeza de inicio súbito, sensación de vértigo intenso, inestabilidad, desequilibrio o caídas bruscas inexplicables, si se acompañan de cualquiera de los síntomas descritos con anterioridad.

Aunque los ataques cerebrales son una enfermedad del cerebro, pueden afectar a todo el cuerpo. Los efectos de un ataque cerebral pueden variar desde leves hasta severos y pueden incluir parálisis, problemas de raciocinio, del habla, problemas de visión y dificultades en la coordinación motora.

Por ello, el Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España considera "urgente" crear, en cada área sanitaria, "Unidades de Ictus" que integren funcionalmente al fisioterapeuta como uno de los profesionales relevantes del equipo multidisciplinar. Se calcula, según ha indicado el vocal del Cgcfe, que el ingreso de los pacientes en estas unidades "disminuye la mortalidad en un 17% y la dependencia funcional en un 25%".

La intervención del fisioterapeuta, desde los primeros días, es "fundamental" para lograr una correcta postura del paciente en la cama en las diferentes posiciones para mejorar el tono muscular e incrementar la estimulación sensorial, según ha asegurado Brandi de la Torre.

La movilización de los pacientes que han sufrido un ictus debe realizarse lo antes posible desde la instauración de la clínica, iniciándose la atención por parte del fisioterapeuta durante la primera semana de ingreso. Posteriormente, cuando el paciente ya está estabilizado, el fisioterapeuta enfoca su intervención en mejorar las reacciones de equilibrio, transferencias básicas, reeducación de la marcha y en la estimulación de las actividades diarias.